lunes, 23 de febrero de 2009

Educación artistica en la era digital: trasnfromando los materiales y la escuela.

Sobre el modulo de AMAD.

La educación cómo práctica social y cultural, construye modelos históricos a partir de los cuales se fundan instituciones que se responsabilizan de las mismas. La modernidad ubico cómo centro de la educación a la escuela, cómo institución masiva de consagración de los saberes y valores legítimos. El lugar que anteriormente había correspondido a las familias y comunidades comienza a ser disputado por el sistema escolar con la garantía de la coerción estatal con fines que muchas veces pueden resultar contrapuestos, pero que cumplieron y aún cumplen con funciones fundamentales para la existencia de nuestro sistema social. La rigidez institucional de la modernidad construyo un modelo educativo escolar, donde las limitaciones marcaron históricamente la forma de accionar, de enseñar y aprender en dicho espacio. Es desde esta rigidez inicial, que tiene objetivos de adoctrinamientos sumamente necesarios para la coyuntura histórica, que se tiende a fragmentar el modelo educativo, se disocian los contenidos y deja de interpretarse al sujeto cómo ser integral dentro de la escuela, para diseccionar sus aprendizajes y sus modos de acción.
“La Modernidad, así cómo se caracterizo por la división del trabajo, también lo hizo con la división de los saberes y los modos expresivos. La alfabetización acaparó -y de buen grado- el espectro educativo y se legitimo en la escuela. La educación artística, la educación sentimental, quedaron en otros ámbitos tal vez menos jerarquizados que el escolar….”
La revisión y modificación de la enseñanza diseccionada, implica la deconstrucción critica de siglos de historia de la educación y la reforma de las instituciones escolares modernas, todavía muy vigentes aunque resignificadas en la posmodernidad. Los resquiebres del modelo moderno y el largo periodo de traspaso y construcción de nuevos paradigmas, deja al descubierto, inevitablemente la debilidad de las prácticas fragmentarias en la formación de un sujeto integral capacitado para accionar sobre un mundo de coyunturas complejas y sumamente exigentes. En éste sentido, tanto el sistema educativo, cómo los lideres políticos representantes de los estados, los/las educadoras y la sociedad civil, debe reflexionar y repensar la educación integral negada anteriormente.
La tarea es ardua e implica, no solo la visión critica y la transformación del sistema educativo, sino que para que esto suceda es importante avanzar en otras cuestiones, cómo la construcción de nuevas teorías pedagógicas y educativas que se adapten a las necesidades actuales, conjunto al diseño y uso de nuevas estrategias vinculadas al uso de herramientas multimedia.
Los materiales educativos cumplen una función tan fundamental cómo la practica educativa en si misma, por que no es posible pensar en el desarrollo de un proceso de enseñanza-aprendizaje sin tener en cuenta los agentes que intervienen en el mismo, y las herramientas didácticas, son necesarias para promover y facilitar un aprendizaje placentero y relacional.
Puede considerarse material educativo a una serie de recursos qué se utilizan para facilitar y optimizar el aprendizaje. Es necesario señalar que no todo es un material educativo y no cualquier material educativo es educativo por sí mismo, sino que ésta condición se dará, en tanto dicho material sea utilizado con criterios y objetivos claros por parte del docente en interrelación con las/los alumnas/os. Para que los materiales sean aprovechados correctamente el educador debe poder conocerlos y tener acceso a ellos, pero también debe poder crearlos y utilizarlos, nutriéndolos de marcos teóricos pertinentes que argumenten su uso y sus practicas cómo profesionales.
La utilización de materiales que faciliten la integración de contenidos y la interrelación de los grupos, las/los alumnas/os, las/los docentes y la comunidad en general, pueden convertirse en practicas y experiencias que propongan una interpretación integradora contraría las doctrinas de la escuela moderna y que permitan a la comunidad educativa dimensionar el nivel de alcance de los fenómenos y contenidos estudiados, teniendo en cuenta una multiplicidad de abordaje y promoviendo una formación integral que no solo ubique a las/los alumnas/os como destinatarios del aprendizaje, sino que promueva la ceración colectiva y el aprendizaje social. Los materiales no son recetas mágicas y no solucionan por el simple uso el aprendizaje y la educación de un/unos sujetos, pero quienes los utilizan pueden hacer magia con ellos si lo desean: utilizándolos, cuestionándolos, resignificandolos y recreándolos.
La Interactividad cualitativa entre quienes utilizan un material y participan del proceso educativo es un aspecto central a tener en cuenta cuando se planifica, cuando se habla de interactividad cualitativa se refiere a la vinculada a los seres humanos y que es sumamente comunicativa. Aquellos materiales que sostengan una interacción de éste tipo enruinecerán el proceso de enseñanza aprendizaje. “En una situación comunicativa ideal en el aula, la interactividad del sistema se integra en la combinación multimedia entre emirecs (profesores y alumnos cómo emisiones y receptores), la enriquece y favorece facilitando así el aprendizaje.”
El uso de herramientas y materiales didácticos y educativos, define también su perspectiva política, según Theo van Leeuwen “El uso puede verse cómo un modo más pasivo de escribir” y en este sentido el uso de textos de ordenador cómo herramientas educativas no solo se vincula a una lectura política, sino que necesariamente, también a una lectura semiótica donde la deconstrucción de estructuras y significados se transforma en fundamental en el uso, creación y evaluación de materiales educativos.
Un caso interesante para analizar cómo propuesta de educación integral es el programa “Berni para niños y docentes” creado por el Ministerio de Educación de la Republica Argentina en su colección Edu.car y se presenta éste como una propuesta interesante por varias razones vinculadas a los que se viene desarrollando.
Este programa se compone de dos propuestas centrales, una destinada directamente a las/los niñas/os y otra a docentes, la estructuración de una y otra son tan distantes que hasta se pueden considerar dos propuestas de trabajo independientes, pero sin avanzar demasiado en esto aún, es interesante detenerse en la propuesta de Berni para docentes, y con apenas un vistazo ligero por el programa se puede advertir la mirada multidisciplinaría con la que se aborda el tema. Si bien se propone conocer sobre la vida y obra de Berni, éste mismo eje, vinculado a su vida y obra, funciona cómo disparador directo para el abordaje de múltiples contenidos de las diversas áreas.
Es curioso repensar cómo un disparador vinculado a la educación artística, tan poco atendida en el sistema de enseñanza, funciona cómo un eje temático de una gran riqueza conceptual Y no es menor poner el acento en "Berni y su obra", en tanto esto determina una propuesta ideológica y una integración arriesgada en el entorno reivindicativo de la cultura letrada que aún predomina en el sistema escolar. Sin embargo en un momento histórico y cultural donde la masificación Mass mediática ha resignificando y reubicado a la imagen cómo discurso fundamental, para el sostenimiento de la sociedad capitalista y el consumo, el uso de imágenes para el abordaje de un contenido educativo puede resultar bastante acertado en tanto funciona cómo un atractivo fundamental y puede ser leido por sujetos que han adquirido informalmente una educación visual de un gran estimulo generada por el consumo de diversos medios y tecnologías en auge en los últimos años. En este sentido es interesante retomar algunos planteos de Alicia Entel en relación a la masificación de los productos culturales:
“..la eclosión del mundo de la imagen –en experiencia y reflexión sobre- no tardo en ser puesta en caja, a su vez, por la mirada ordenadora de las industrias culturales…. La industria parece propiciar el retorno al mundo sensible, engañoso, banal, por un lado, y mundo inteligible en verdad, bueno en sí mismo.”
Es interesante la reflexión de la autora porque obliga a detenerse nuevamente en los aspectos políticos, económicos y sociales, requiriendo una visión (también) integradora, abordando aspectos y reflexionando en la imagen de los consumos culturales. Pero volviendo a la propuesta de Berni para docentes, es necesario atender a la sita porque ésta puede funcionar cómo una perspectiva de abordaje para trabajar con las/los alumnas/os y a pesar de qué esto queda a criterio del docente, en las propuestas planteadas en el programa existe una iniciativa de reflexión sobre esto, claramente planificada en el eje dos de trabajo de la colección, donde entre otros contenidos se propone el de posmodernidad y construcción de la imagen.
Esta amplia propuesta de abordaje transversal de Berni y su obra, retoma alguna de las viejas prácticas pre- escolarizadas comentadas por Entel en su texto, cómo aquellas vinculadas a las producciones de Leonardo Da Vinci, quien no disociaba su práctica artística del resto de sus conocimientos, sino que las integraba, construyendo una relación de reciprocidad absoluta entre un estudio y otro: “Leonardo utiliza todos los recursos –lenguajes- saberes- a sus alcance para cada realización. Y en su tarea de inventor se anticipa en siglos a lo que vendrá. Ni sólo escultor, ni sólo pintor, ni sólo ingeniero, ni obviamente sólo escritor de Aformismos y memorias”.
Por otro lado Berni para docentes ofrece, mas allá de un excelente nivel de propuestas de abordaje multidisciplinario que abarca desde educación artística, pasando por educación física, matemática, lengua, llegando a educación cívica y Derechos Hunos, numerosos hipervínculos desde donde se sostienen teóricamente las propuestas realizadas, también existen hipervínculos a otros programas multimedia, relacionados a la educación artística fundamentalmente, haciendo un fuerte anclaje en el uso de TIC, entre ellas visitas guiadas digitales a grandes museos del mundo, programados específicamente para niños. Este tipo de herramientas proponen al docente una lectura hipertextual, sumamente nutrida en contenidos y teoría.
Dentro de "Berni para docentes", otra de las cuestiones a destacar, es la diversidad de propuestas para los diferentes grupos etarios, lo cual permite trabajar con perspectiva e incluso articulando no solo áreas sino también ciclos, es decir que se puede trabajar el mismo eje: “Berni y su obra”, prácticamente con todos los grupos en edad escolar, promoviendo las interrelaciones de comunicación cualitativas entre toda la comunidad educativa.
Tanto en Berni para niños, cómo para docentes el anclaje visual es rico en imágenes y textos. Sin embargo en Berni para niños la textualidad se torna excesivamente técnica en algunos trayectos y resulta de difícil comprensión para niños de nivel primario, es necesario reconocer que muchos de los textos que acompañan la galería de imágenes para niños también pueden ser escuchados y eso aligera considerablemente sus tecnicidades, pero no llega a resolverlas. La lectura de los textos es un estimulo auditivo considerable y muy útil, la relatora crea un tono acorde y armonioso para leer estos textos y en algunas ocasiones interpela e incentiva a los/las usuarios/as.
Los recursos visuales también son considerables. Las obras de Berni pueden verse en una buena definición y tamaño, el programa además presenta combinaciones de colores armónicos y se utilizan diversos ordenadores gráficos atractivos. La tipografía utilizada es clara y de buen tamaño, aunque tratándose de niños podría ser un poco mayor e incluso ser en imprenta mayúscula, al menos los juegos que están claramente destinados a niños de primer ciclo escolar. El programa también cuenta con fotografías y un pequeño video llamado “habla Berni”, donde se escucha al artista mientras pasan fotos de él, la ciudad y sus obras.
En relación a la accesibilidad, el programa puede ser utilizado por medio de Internet tanto para docentes cómo para niños, además cuenta con una guía de uso (cómo usar el cd?), que es muy clara por si se presenta algún inconveniente, de todas maneras el programa es sumamente accesible y de fácil navegación. Si bien Berni para niños se construye sobre propuestas unidireccionales, en Berni para docente existen propuestas de intercambio e interacción cómo las propuestas de webquest, que incentivan a los/las alumnos/as trabajar en interacción.
Finalmente podríamos decir que este programa intenta, al menos desde su marco teórico y desde una parte importante de sus planteos didacticos, crear un proyecto de educación integran, sosteniendo a la educación artística cómo motor inicial del proceso y desafiando estructuras y prejuicios del sistema educativo formal, tanto en términos de área disciplinaria, cómo de contenidos y articulación, apostando fuertemente en un uso critico y reflexivo de las tecnologías, las cuales están muy bien aprovechadas y propuestas.
Para cualquier docente de educación artística fundamentalmente, pero a toda la comunidad docente en general, éste programa puede ser un pequeño desafío a la institucionalidad de la escuela moderna y una experiencia riquísimas en educación transversal. Solo es cuestión de abrir un navegador y hacer un poco de colage, cómo los del querido Berni, pero ahora con el programa en cuestión, quedarse con lo mejor de cada propuesta y animarse a probar que pasa si el arte se mete en la escuela.

Bibliografía:

• Alfonso, Gutierrez “Evaluación de la comunicación en las aplicaciones multimedias educativas”.
• VAN LEEUWEN, Theo (1998) Heteroglosia programada: análisis crítico de un interfaz de ordenador. En: Martín Rojo, Luisa y Whittaker, Rachel (eds.) Poder-decir o el poder de los discursos. Editorial Arrecife: Madrid.
• ENTEL, Alicia. Ideando. En Revista Constelaciones. Fundación Walter Benjamin. Año II, Nº 2, 2005